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Condiciones de vida y de trabajo en Chile

Chile es uno de los países latinoamericanos que más se asemeja a las condiciones de vida europeas, sobre todo su capital, Santiago. A pesar de las turbulencias sociales que vivió el país a finales de 2019, sigue siendo un país reconocido por su estabilidad jurídica, institucional, económica y social. Como destaca el informe de Competitividad Global 2020 del Foro Económico Mundial, destaca su fuerte institucionalidad y su eficiente gobernanza, variable que lo sitúa como líder de la región en el ámbito.

En cuanto a seguridad personal, Chile un país razonablemente seguro, especialmente desde un punto de vista regional, si lo comparamos con sus vecinos. No obstante, hay que tener los resguardos posibles para evitar hurtos o robos, que son más frecuentes en su capital.

En relación con su geografía, a pesar de que Chile es un país con una geografía extensa (la longitud continental entre su límite fronterizo en el Norte y el extremo Sur es de 6.339 km), la gran mayoría de la actividad económica se lleva a cabo en la capital, (Región Metropolitana), la cual concentra un aproximado del 40% de la población total. Por tanto, la mayoría de las decisiones políticas y empresariales se toman aquí, en la medida que Chile es un país políticamente centralizado.

Destacan otras ciudades también el sur Concepción, con un desarrollo industrial considerable, y Antofagasta en el norte, capital de la minería del país andino. En su litoral destaca Valparaíso y Viña del Mar, que constituyen el segundo foco poblacional del país después de la capital.

En cuanto al sistema de transportes, debido a la gran extensión del país es frecuente el traslado en avión, especialmente a las regiones más remotas del país, contando con diferentes compañías que vuelan a la práctica totalidad de las capitales regionales. En cuanto al transporte terrestre, las carreteras están normalmente concesionadas (el uso de peajes es generalizado) y son seguras y modernas. En cuanto a su conexión con España, existen de dos a tres vuelos diarios que conectan Santiago con Madrid, dependiendo de la temporada esta frecuencia puede ser mayor.

En cuanto a la carestía de la vida, especialmente en la capital los precios no difieren mucho de los de una urbe promedio europea, por lo que hay que tener muy en cuenta un buen nivel de ingresos para vivir en Santiago. En el resto de Chile, los precios tienden a la baja, especialmente en lo que respecta a la vivienda, si bien en general los supermercados y servicios representan un mayor porcentaje de costo para el ciudadano de lo que puedan ser en España.

En cuanto a su clima, debido a su extensión, abarca una variedad de climas muy diversos, si bien en la capital el clima es mediterráneo, con inviernos fríos y veranos calurosos, aunque algo más suaves que en España.

En cuanto a la idiosincrasia del país, los chilenos/as son hospitalarios con los extranjeros pero desconfiados a la hora de relacionarse, trabajar y hacer negocios con personas que no conocen. En general, los chilenos/as muestran una fuerte valoración a su pertenencia familiar y son apegados a grupos pequeños. Además, se puede destacar que son formales a la hora de relacionarse en el ámbito laboral, utilizando estrategias indirectas (no suelen decir “no” explícitamente) y tienden a ser políticamente correctos al comunicarse. Además, los chilenos/as tienden a ser cautos a la hora de relacionarse (más introvertidos que los españoles) y suelen ser conservadores en su actuar y en su forma de vestir.

En cuanto a las condiciones de trabajo, en Chile se realizan jornadas de trabajo con un total de 45 horas semanales, no obstante, ha sido aprobada una reforma para pasar a trabajar 40 horas semanales, restando una hora por año hasta 2027, cuando estará completamente instaurado.

La remuneración del empleado se suele negociar, por lo general por el monto neto a recibir. También se pueden negociar asignación de movilización y almuerzos, quedando fuera del monto liquido pactado el 20% adicional por cotizaciones (7% en salud y 12,9% en planes de pensiones). Es común que el empleador pregunte por el nivel salarial pretendido, que en la mayoría de los casos es negociable y dependerá de la valía y experiencia del candidato.  Asimismo, los salarios están bastante relacionados con el nivel educativo de los trabajadores, siendo bien remunerados aquellos trabajadores que poseen títulos universitarios o los técnicos de nivel superior. Los estudios en universidades españolas son por lo general bien vistos a ojos del empleador chileno.  Las profesiones liberales suelen estar bien remuneradas, si bien los trabajos poco cualificados reciben salarios sensiblemente menores que en España. El salario mínimo en Chile es de 460.00 pesos (en torno a unos 520 euros)), por lo que existe una importante brecha en cuanto a los ingresos de la fuerza laboral cualificada y la fuerza laboral no cualificada. También hay que tener en cuenta el alto nivel de informalidad (trabajo en negro), que representa aproximadamente el 28% de la fuerza laboral, pero que afecta sobre todo a la mano de obra poco cualificada.



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