La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE, con sede en Paris, es un foro intergubernamental donde los países pueden comparar, intercambiar experiencias en políticas públicas, identificar mejores prácticas y promover decisiones y recomendaciones, con el objetivo de fomentar la cooperación y el desarrollo de políticas económicas y sociales que permitan mejorar la vida de los ciudadanos.
La OCDE es sucesora de la OECE (Organización Europea para al Cooperación Económica), que fue establecida en 1948 para administrar el plan Marshal. Cuenta con 36 países miembros y trabaja estrechamente con las 5 principales economías emergentes con los que tiene un programa de cooperación reforzada: Brasil, China, India, Indonesia y Sudáfrica. Tiene una serie de iniciativas regionales con Europa, el Cáucaso, Asia Central, la Región Mena, Sahel y Países del Oeste de África y un deseo de apertura muy amplia hacia los países emergentes.
La OCDE ha adquirido una gran notoriedad mundial y un mayor protagonismo en la esfera internacional con la crisis, y especialmente en los trabajos del G-20 en los que participa activamente, proporcionando análisis, datos y recomendaciones de política económica en todos los temas relevantes tratados por el grupo.
El poder de decisión recae en el Consejo de la OCDE compuesto por un representante de cada país miembro y un representante de la Comisión Europea. El Consejo se reúne regularmente a nivel de representantes permanentes ante la OCDE y una vez al año a nivel ministerial para debatir cuestiones clave y establecer prioridades de trabajo de la OCDE. Las decisiones se toman, en su mayoría, por consenso. El Consejo es presidido por el Secretario General.
Los temas de las distintas áreas que cubre la OCDE se estudian en los comités donde los representantes de los 36 países miembros y países con estatuto de observadores se reúnen en comisiones especializadas para promover ideas y examinar los progresos en ámbitos específicos, como la economía, el comercio, la ciencia, el empleo, la educación o los mercados financieros.
Hay alrededor de 250 comités, grupos de trabajo y grupos de expertos. Unos 40.000 altos funcionarios de las administraciones nacionales asisten a las reuniones de los comités de la OCDE cada año para solicitar, revisar y contribuir a la labor realizada por la Secretaría de la OCDE.
El trabajo encomendado por el Consejo se lleva a cabo por la Secretaría de la OCDE encabezada por Ángel Gurría, Secretario General.
La OCDE se compone de alrededor de 2.500 personas que apoyan las actividades de los comités, y llevan a cabo el trabajo en respuesta a las prioridades decididas por el Consejo de la OCDE. El personal incluye a economistas, abogados, científicos y otros profesionales.
Los idiomas oficiales de la organización son Inglés y Francés.
En 2018 la OCDE sigue experimentando las consecuencias de la crisis con una reactivación cierta pero frágil y la OCDE recomienda la implantación de las reformas estructurales necesarias para reforzar la productividad y la creación de empleo.
Las perspectivas de la OCDE señalan un crecimiento lento en los diferentes países y aboga por acciones colectivas e iniciativas presupuestarias respaldadas por políticas estructurales más ambiciosas.
La lucha contra las desigualdades sigue siendo un tema horizontal a todos los niveles (género, envejecimiento, poblaciones vulnerables...) y la OCDE insiste en la elaboración de un crecimiento inclusivo y de una sociedad de bienestar.
Las migraciones siguen siendo un tema de importancia en 2018, a pesar de conocer un descenso importante. La gestión de los flujos de refugiados a Europa necesita la elaboración de nuevas estructuras y sobre todo de sistemas de anticipación de flujos migratorios para evitar que las entradas de inmigrantes se convierta en un problema importante para los que llegan y para los países que los reciben ( Italia, Turquía, Grecia ..)
La OCDE sigue con su política de apertura a nuevos países (entrada de Lituania y Colombia...)
El tema de competencias orientado por el programa PIAAC (Valoración de competencias de adultos) enfoca la necesidad de acoplar las competencias a las necesidades del mercado de trabajo para poder mejorar el acceso al empleo y subraya la importancia de la formación profesional durante toda la vida para evitar la marginalización de algunos trabajadores sin cualificación. Este programa inicia su segunda fase.
La revolución digital y el futuro del trabajo han sido objeto de muchas reuniones y conferencias llevando a la elaboración de una Nueva Estrategia de Empleo de la OCDE
Se examina igualmente el problema del envejecimiento y de los trabajadores mayores, las dificultades de acceso de los jóvenes al mercado de trabajo, el papel importante de la educación para mayor movilidad social, la igualdad de género a todos los niveles y la creación de empleo a nivel regional y local (Comité LEED).