La Inspección de Trabajo de Castilla-La Mancha detectó a 200 trabajadores en situación irregular en la campaña de vendimia 2007
12/11/2007
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Europa Press
Los 33 Inspectores y los 37 Subinspectores que trabajan en materia de empleo y economía
irregular dentro de las Inspecciones Provinciales de Trabajo de Castilla-La Mancha, detectaron
a un total de 989 trabajadores en la campaña de la vendimia 2007, de los cuales, 200 se encontraban
en situación irregular en cuanto a permisos de trabajo.
Así lo explicó en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo
Díaz-Cano, junto con el
Jefe de Inspección de Trabajo en Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, que
comparecieron en rueda de prensa para dar cuenta de las inspecciones realizadas en la región
durante la recogida de la uva.
El representante del Gobierno central en la región destacó que las cifras son "esperanzadoras"
porque se ha cumplido el objetivo de velar por el cumplimiento de la ley, y conseguir que las
próximas campañas se desarrollen en su integridad dentro del marco legal. Díaz-Cano aseguró que se
ha producido un 405 por ciento de incremento en el númerode permisos concedidos a trabajadores
extranjeros, pues de los 4.389 concedidos en la campaña anterior, en la vendimia del 2007 se han
registrado 17.808.
El delegado del Gobierno destacó el crecimiento de peticiones registrados en la provincia de
Cuenca, "donde ha sido espectacular", pues de los 450 permisos concedidos en el año 2006, se ha
pasado a 5.115, un incremento de 1.136 por ciento en el número de expedientes, línea en la que
según Díaz-Cano hay que seguir trabajando para conseguir que la contratación para las campañas
agrícolas en la región sea plenamente legal.
Por su parte, el
Jefe de Inspección de Trabajo en Castilla-La Mancha, incidió en el caracter
público de esta institución que trabaja de manera permanente en la planificación de las actuaciones
para luchar contra el fraude y la economía irregular en trabajadores extranjeros sin permiso de
trabajo. Especial hincapié hizo Fernández en que las actuaciones acometidas en el sector agrario, y
principalmente en la campaña de la vendimia, suponen tan solo el 10 por ciento de la actividad
planificada por la Inspección en la lucha contra el fraude, pues son la construcción, los servicios
y la hostelería los que concentran mayor acción, ya que hay más fraude.
Explicó también que fue a principios de septiembre cuando planificaron, junto con la
Delegación del Gobierno, las actividades a desarrollar "porque los inspectores no salen al campo a
pescar, sino que van de forma organizada y coordinada", y dijo que para ello ha sido fundamental
contar con los datos del año anterior, a fin de que estas actuaciones fuesen efectivas, y con la
colaboración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Según
Jesús Fernández han sido 13 equipos, formados por inspectores y subinspectores los
que han trabajado en la campaña de la vendimia que se desarrolló entre el 20 de septiembre y el 22
de octubre, los que acudieron a 50 municipios de la región --ocho en Albacete, 18 en Ciudad Real, y
12 en Cuenca y Toledo, respectivamente--.
Dichos equipos efectuaron un total de 46 salidas al campo, siempre acompañados de las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad del Estado, "que han prestado un apoyo esencial", y visitaron un total de
140 explotaciones --40 en Toledo, 41 en Cuenca, 32 en Ciudad Real y 27 en Albacete--.
CIUDAD REAL, LA MAS INCUMPLIDORA.
En esas visitas los profesionales en materia de inspección laboral identificaron a 989
trabajadores "que a su vez tiene una incidencia en otro número igual de empleados afectados", dijo
Fernández, que añadió que Ciudad Real fue la provincia en la que más trabajadores ilegales
detectaron, con un total de 300, seguida de Toledo con 274,
Cuenca con 213, y Albacete con 202. De esos casi 1.000 trabajadores 200, de origen rumano y
búlgaro estaban en situación irregular en cuanto a permisos de trabajo, "cifra a la baja y que hay
que tomar con cautela porque se siguen realizando comprobaciones", de los cuales 38 fueron
descubiertos en Albacete, 80 en Ciudad Real, 43 en Cuenca y 39 en Toledo.
A su vez, continúo el jefe regional de Inspección de Trabajo, en materia de Seguridad Social,
se ha detectado a otros 130 trabajadores que no estaban dados de alta a la Seguridad Social, siendo
también datos provisionales.
En cuanto a las sanciones interpuestas en materia laboral, que según detalló Fernández se han
dado todas en las provincias de Ciudad Real y Cuenca, "han sido 10 situaciones con nombre y
apellidos con intermediación supuestamente ilícita de cesión ilegal de mano de obra", fruto de una
labor previa de la inspección que contó con la colaboración de los agentes sociales que con
carácter previo dieron información. Fernández añadió que ha habido más casos y la investigación de
esos supuestos está siendo estudiada, pues la cesión ilegal de mano de obra es un delito, y los
casos están en manos de los juzgados pertinentes, a la espera de la prensa correspondiente.
El jefe de Inspección de Trabajo en Castilla-La Mancha, que añadió que en trabajo de menores
solo ha sido un caso, indició en que en prevención de Riesgos Laborales, se les ha requerido en un
orden del 25-30 por ciento, por infracciones en alojamiento y falta de organización de
prevención.
Dicho esto, anunció que de cara al año que viene también está programada que la inspección de
trabajo en la lucha contra el fraude y la economía irregular realicen 10.199 actuaciones, de las
cuáles 740 se desarrollarán en el sector agrícola, cifra que no supone ni el 10 por ciento.
MUERTOS EN VENDIMIA.
Preguntado por los tres vendimiadores extranjeros que fallecieron en la provincia de Ciudad
Real, Jesús Fernández señaló que la inspección estudió estos tres muertes, como cualquier otro
accidente de trabajo, pues computa como accidente laboral, no como contratación irregular.
Respecto a las declaraciones "beligerantes" realizadas por determinados dirigentes de
organizaciones agrarias al principio de la campaña de la vendimia, el delegado del Gobierno señaló
que esas palabras no han provocado tensión ni animadversión al desarrollo de la labor de la
inspección laboral, todo lo contrario, pues "lo que en un principio se pudo plantear con un
enfrentamiento a la Administración se ha transformado en una colaboración activa".