12/05/2008 - Diario La Verdad - Murcia
Funcionarios de la
Inspección de Trabajo de Murcia investigan las posibles irregularidades cometidas
por la empresa agrícola Cooperativa del Bajo Guadalentín con respecto a la contratación en origen
de dieciocho trabajadores ecuatorianos. Diez de los inmigrantes han tenido que ser realojados tras
haberse comprobado las condiciones de hacinamiento en que vivían. Además, el organismo indaga
posibles anomalías relacionadas con el pago de los salarios.
Las actuaciones de la Inspección comenzaron el 29 de abril después de que le fuera remitida,
por parte del Área de Trabajo de la Delegación del Gobierno, una denuncia formulada por Comisiones
Obreras. En ella se ponían de manifiesto las malas condiciones en que se encontraban diez de los
dieciocho trabajadores, ubicados en una vivienda situada en el camino de Los Hondales, con un solo
cuarto de baño y cuya cocina y salón eran de dimensiones muy reducidas, según las fuentes. Además,
cuatro personas debían ocupar uno de los dormitorios, sin ventilación alguna y de apenas seis
metros cuadrados, en el que se habían dispuesto dos literas dobles. El escrito sindical revelaba
también infracciones con respecto a los sueldos y el pago del desplazamiento.
Manuel Pérez Escarabajal, responsable de migraciones de la Federación Agroalimentaria de CC
OO, decidió tomar medidas tras la negativa de Cooperativa del Bajo Guadalentín a atender sus
recomendaciones: "La primera vez que fui a ver las casas -en diciembre del 2007- vi que una de
ellas no estaba en condiciones. Yo no pido que los alojen en hoteles de cinco estrellas pero
tampoco en marraneras".
Pedro García Vicente, director del Área de Trabajo de la Delegación del Gobierno, aclara que
son los sindicatos quienes se encargan de comprobar que las viviendas sean adecuadas par luego
informar de ello. Si no cumplen los requisitos, se debe denegar el Proyecto de Alojamiento para
Contrataciones en Países de Origen. En este caso, el documento fue aprobado antes de la primera
visita de Escarabajal, siete días antes de que llegaran los ecuatorianos "por cuestiones de falta
de tiempo y recursos", explica el responsable sindical. A finales de abril comprobó que no había
cambiado nada, por lo que denunció los hechos el día 28.
Direcciones incorrectas
La tarde del 29, dos
inspectores de Trabajo estudiaron el estado de los tres alojamientos dispuestos
para los inmigrantes. Una de las casas era la mencionada anteriormente, otras dos, donde vivián una
y seis personas respectivamente, cumplían las condiciones.
Durante las pesquisas, los funcionarios descubrieron que ninguna de las viviendas donde los
ecuatorianos habían sido ubicados se correspondía con las diez direcciones detalladas en el citado
Proyecto de Alojamiento; "eran de nivel alto: chalés, casas grandes y nuevas", explican desde la
Inspección.
Cooperativa del Bajo Guadalentín fue requerida por los funcionarios para que realojara a los
trabajadores, lo que fue realizado el día dos de mayo. Actualmente, los dieciocho inmigrantes se
alojan en cuatro domicilios, distribuidos en dos grupos de seis, otro de cinco, y otro ecuatoriano
que vive sólo.
La
Inspección investiga además irregularidades salariales. El órgano trata de
esclarecer si los trabajadores están percibiendo la paga íntegra especificada en el contrato. Al
parecer, la empresa se niega a pagar los días que, por circunstancias ajenas a los empleados, no ha
sido posible realizar la faena, lo que es contrario a la Ley.
Los afectados han rehusado hacer declaraciones a La Verdad. "Es la primera vez que venimos a
España y no sabemos como funcionan aquí las cosas". Asimismo, la empresa implicada no ha querido
exponer su visión de los hechos.