Tras la entrada en vigor del Acuerdo sobre la Libre Circulación de Personas los españoles tienen derecho a residir en Suiza, en función de la situación en que se encuentre y cumpliendo los requisitos establecidos para cada una de ellas. El derecho de residencia se documentará mediante la entrega de un permiso de residencia. El tipo de permiso que se extienda dependerá de la situación en que se encuentre la persona.
Los españoles que no ejerzan una actividad económica y que no gocen de un derecho de residencia en virtud de otras disposiciones podrán fijar su residencia en Suiza otorgándoseles un permiso de residencia de una vigencia de cinco años de duración, como mínimo, a condición de que prueben a las Autoridades nacionales que disponen para sí mismos y para los miembros de su familia de lo siguiente:
Si las Autoridades suizas lo consideran necesario, podrán comprobar al término de los dos primeros años de residencia si se cumplen los requisitos que motivaron la concesión del permiso.
Se consideran como “medios financieros suficientes” si éstos sobrepasan el importe por debajo del cual los nacionales suizos tienen acceso a prestaciones de asistencia o complementarias. En el caso de que no pudiera aplicarse ese criterio, se consideran también “medios financieros suficientes” si los recursos son superiores a la cantidad de la pensión mínima de seguridad social pagada por Suiza.
El estudiante que no tenga derecho de residencia por otro motivo recibirá un permiso de residencia de un período de duración igual al de la formación, o de un año de duración, si el período de formación supera un año. Tiene que demostrar que dispone de los recursos financieros suficientes para sí mismo y sus familiares, inscribirse en un Centro de enseñanza autorizado para realizar allí una formación, y disponer de un seguro de enfermedad que cubra la totalidad de los riesgos.
El permiso se prolongará anualmente por el período de tiempo que corresponda a la duración residual de la formación.
Los miembros de la familia de un ciudadano español que tenga su residencia en Suiza tendrán el derecho a instalarse con él en el país. El derecho también está reconocido para los miembros de la familia que no sean nacionales de los Estados de la Unión Europea.
El trabajador deberá disponer de un alojamiento para su familia que se considere como normal para los trabajadores nacionales por cuenta ajena en la región en que esté empleado. La aplicación de esta disposición no puede provocar discriminaciones entre los trabajadores nacionales y los trabajadores españoles que soliciten la reagrupación.
Si se cumple el requisito de la vivienda, se tendrá derecho a reagrupar al cónyuge y sus descendientes, menores de 21 años o a los mayores que estén a su cargo. También pueden reagruparse los padres del titular del permiso y los del cónyuge que estén a cargo.
En el caso de los estudiantes, se tiene derecho a reagrupar al cónyuge y a los hijos que estén a cargo.
Para la reagrupación de los hijos mayores o padres a cargo se comprueba si los ingresos de la familia son suficientes para cubrir las necesidades de todos sin tener que recurrir a las ayudas sociales.
El Acuerdo señala también que las Partes favorecerán la admisión de otros miembros de la familia si están a su cargo o viven en el país de procedencia en el mismo hogar del nacional que solicita la reagrupación.
El cónyuge y los hijos menores de 21 años o a cargo de una persona que tenga derecho de residencia, cualquiera que sea su nacionalidad, tendrán derecho a acceder a una actividad económica en Suiza.
El permiso de residencia expedido a un miembro de la familia que solicita la reagrupación familiar tendrá la misma validez que la del permiso que tiene la persona de quien depende.
La persona que se desplace a Suiza para hacer uso de un servicio, por ejemplo, recibir un tratamiento médico, no tendrá necesidad de un permiso de residencia si la estancia es inferior a tres meses. Para estancias superiores a tres meses, el destinatario del servicio recibirá un permiso de duración igual a la de la prestación.