La perciben aquellas personas que están inhabilitadas por completo para toda profesión u oficio. Se considera que una persona se encuentra en esta situación cuando su estado de salud no le permite trabajar más de tres horas diarias.
Se debe acreditar un periodo de cotización de 60 meses como mínimo (cotización genérica), de los cuales 36 meses deben haber sido dentro de los cinco años inmediatamente anteriores a la incapacidad (cotización específica). No obstante, si no se reúnen los últimos tres años requeridos por la ley, existen determinadas situaciones que pueden hacer que dicho marco se retrotraiga en el tiempo y se consigan reunir los periodos de cotización. Recomendamos que se consulte a un asesor.
Es compatible la percepción de la pensión y de ingresos por trabajo siempre que la actividad laboral no supere el límite temporal indicado ni unos ingresos de 18.558,75 euros anuales (2024).
Las personas que debido a su estado de salud solo pueden trabajar entre tres y seis horas diarias perciben una pensión por reducción de ingresos, cuya cuantía supondrá la mitad del importe de la pensión por incapacidad permanente absoluta.
Es compatible la percepción de la pensión y de ingresos por trabajo siempre que la actividad laboral no supere el límite temporal indicado ni unos ingresos de 37.117,50 euros anuales (2024).
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