Ficha profesional Delia Aragonés

Entrevista realizada en mayo de 2020

Estás trabajando como maestra de educación infantil en una escuela bilingüe alemán-española. ¿Cómo encontraste tu puesto de trabajo en Alemania?

Lo encontré en España gracias a la plataforma EURES, un portal europeo que ayuda a los interesados a salir al extranjero para buscar trabajo en Europa.

¿Cómo reaccionó tu entorno, familia y amigos, cuando decidiste venir a Alemania?

Me apoyaron todos muchísimo. Preferían verme lejos pero cumpliendo el sueño de mi vida que tenerme cerca trabajando en cualquier otro puesto que no me hiciese feliz. Al fin y al cabo, era para lo que había estudiado.

¿Cuáles han sido las mayores dificultades en la integración laboral en Alemania? ¿Tuviste dificultades para convalidar tus estudios españoles? ¿Alguna ayuda que te sirviera en tu desarrollo profesional?

He tenido muchas dificultades y a día de hoy todavía no tengo la convalidación completa. Hace poco terminé el curso de homologación que me ofreció gratuitamente una universidad de Berlín. Poco antes de conseguir plaza en este curso contacté con La Red Berlín, que me contestaron rápidamente y me consiguieron una cita. No hizo falta ya que conseguí al poco tiempo plaza en este curso…

¿Sabías ya alemán? ¿Cómo te enfrentas al reto del idioma en tu día a día?

Mis abuelos paternos pertenecen al numeroso grupo de españoles que emigraron en los años 60 a Alemania, concretamente a Bonn. Mi padre ya nació aquí y, al volver a España, comenzó a trabajar para el Ministerio de Defensa como Traductor e Intérprete de alemán. Así que desde que nací mi vida ha estado relacionada con el alemán. Más aún cuando con seis años mis padres decidieron darnos a mi hermana y a mí la oportunidad de nuestras vidas y nos mudamos juntos a Viena (Austria). Allí pasamos los cuatro juntos cuatro años maravillosos. Por lo que, afortunadamente, el alemán no es un obstáculo para mí.

¿Difiere mucho el sistema educativo alemán del español? Cuéntanos una experiencia profesional que te haya marcado desde que llegaste a Alemania.

Si la educación infantil en España está poco valorada, en Alemania mucho menos. Aquí no existe la carrera universitaria de Maestra como tal, es lo equivalente a un grado superior español. Las maestras que venimos de España estamos sobrecualificadas para los puestos alemanes y, aun así, somos “menos” porque no tenemos la homologación necesaria.

Lo que llama realmente la atención es la necesidad de plazas que hay en escuelas infantiles. No hay plazas ni profesionales para tantos niños. De ahí el “boom” de crear escuelas bilingües y así poder traer personal cualificado de otros países.

Tengo que mencionar también la diferencia de la ratio en las clases. En España, una maestra está sola en el aula con 25-27 niños. Aquí, en Alemania, la ratio para niños de cuatro años está en una maestra por cada siete niños. Siempre trabajas con más adultos en la clase, por lo que el trabajo en equipo tiene más peso.

¿Cómo te ha ayudado a evolucionar profesionalmente la experiencia en Alemania? ¿Qué has aprendido que te gustaría trasladar a España?

Mi primera experiencia como maestra la he vivido aquí, así que más que una evolución es un aprendizaje constante. Creo que aquí a los niños se les deja ser más niños y eso es algo que me gustaría llevarme a España. No se les obliga a tener que aprender a leer o a escribir como en el sistema educativo español. Aquí deciden ellos qué, cuándo y cómo quieren aprender.

Y al revés, ¿qué cualidades crees pueden aportar los educadores infantiles españoles en Alemania?

Sobre todo, muchísima formación. La preparación que tenemos en España con la carrera universitaria no la ofrecen aquí y eso se nota al hablar con los profesionales alemanes.

Para finalizar, y dadas las circunstancias actuales en las que nos encontramos, ¿nos podrías contar cómo te está cambiando a nivel profesional y personal la crisis ocasionada por el coronavirus?

A nivel personal, la incertidumbre de no saber cuándo voy a poder ver a los míos. Me han cancelado ya un sinfín de vuelos y pesa el hecho de no saber cuándo podré abrazarlos…

A nivel profesional ha sido un gran cambio. Mi escuela lleva siete semanas cerrada. Mis compañeras y yo trabajamos pocas horas y una vez a la semana. Los únicos niños que pueden seguir yendo a la escuela son hijos de policías, enfermeros, farmacéuticos, médicos… Hay que extremar las medidas de higiene y distancia entre las compañeras y con los padres. Con niños tan pequeños es casi imposible mantener la distancia social pero sí les concienciamos en el continuo lavado de manos. Por ahora y por suerte, no ha habido ningún otro cambio a nivel laboral.

¡Muchas gracias por tu tiempo!

 

Esta entrevista forma parte de una serie de entrevistas a profesionales españoles en Alemania. Si quieres ser entrevistado o conoces a algún otro español que crees pueda aportar a esta sección, no dudes en escribirnos a alemania@mites.gob.es.