Eres una persona muy creativa e inquieta. Has vivido en diferentes países y siempre estás abierta a nuevos proyectos y retos. Cuéntanos quién eres y a qué te dedicas actualmente.
Soy Jara Pascual, tengo 39 años, vivo en Ámsterdam, en los Países Bajos desde hace 5 años y antes había estado en Alemania durante 7 años entre Múnich y Erlangen. Después de trabajar gestionando la Innovación en varios centros de investigación, consultorías y empresas, en estos momentos estoy emprendiendo con mi empresa Knowco Collabwith y estoy en el consejo del Foro de Innovación del Parlamento Europeo, donde trabajo los temas de colaboración entre ecosistemas de innovación y de inversión a mujeres emprendedoras, en ciencia y en innovación. Otro de los proyectos es que estoy escribiendo un libro de innovación y colaboración en la era digital con la editorial alemana De Gruyter, que saldrá publicado a finales de año.
Llegaste a Múnich en el año 2009. ¿Sabías ya alemán? ¿Cómo fueron tus primeros pasos en Alemania?
Cuando llegué a Múnich en enero de 2009 no sabia alemán, había hecho un curso A1 en el Centro Franco-Alemán de Rennes en Francia, en previsión de saber un poco el idioma antes de aterrizar allí. Antes de llegar a Múnich me preparé a conciencia, empecé a buscar trabajo y a buscar dónde podría hacer un curso intensivo de alemán. Así que mi primer mes en Múnich fue ir cada día a un curso de alemán, cuatro horas al día, y por las tardes hacía deberes, aplicaba a ofertas de trabajo y hacía entrevistas. Finalmente, empecé a trabajar a mitad de marzo. Después de terminar el curso intensivo de alemán, me apunté a otro curso intensivo en la Münchner Volkshhochschule donde iba tres noches a la semana después del trabajo.
¿Cuáles han sido las mayores dificultades en la integración laboral en Alemania? ¿Tuviste dificultades para convalidar tus estudios españoles? ¿Alguna ayuda que te sirvió en tu desarrollo profesional?
Las mayores dificultades son el idioma y entender la forma de trabajar y de comunicar de los alemanes. Somos culturas muy diferentes, con valores distintos, con maneras de comunicar casi opuestas. Al principio, al no hablar alemán y poco inglés me tuve que buscar la vida con los dos idiomas, con cursos intensivos de alemán, y con el inglés me puse a escuchar la radio BBC. Fue bastante frustrante que a las empresas alemanas les diera igual mi experiencia laboral en España y Francia porque solo miraban si tenías experiencia en Alemania. Así que acepté el primer trabajo decente de consultora que encontré mientras me preparaba con una coach rusa-alemana para buscar el trabajo que quería de verdad en innovación.
Nunca me pidieron convalidar los títulos de ingeniería de telecomunicaciones por universidades españolas, creo que no hace falta ninguna convalidación.
Como mujer, me recomendaron ir a la Frauenakademie y la mentora que me recomendaron para que me ayudara a encontrar trabajo en Alemania (el que sí quería y buscaba) me sirvió muchísimo. Era una mujer rusa, casada con un francés que vivía en Múnich, era madre y trabajaba como directora de TI en Siemens. La persona perfecta para ayudarme, emigrante, mujer, ingeniera y directora en una gran empresa. Les estaré siempre muy agradecida.
Para ayudar a otros españoles en su adaptación a Múnich y a Alemania, en marzo de 2010 creé el blog www.espanolaenmunich.com, para compartir mis experiencias y explicar con cierta ironía las diferencias culturas y cómo sobrevivir en Alemania siendo española.
¿Cómo crees que la experiencia en Alemania te ha ayudado a evolucionar profesionalmente? ¿Qué has aprendido trabajando aquí que has trasladado a tu nuevo entorno laboral en Holanda?
Trabajar en Alemania te obliga a cambiar la forma de trabajar y de comunicarte con tus compañeros de trabajo. No es la misma forma de pensar, ni la misma cultura, ni la misma forma de trabajar. En Alemania si trabajas con rapidez se ve mal visto, así que mejor lo haces rápido, y lo guardas en el cajón hasta que es el tiempo de enseñarlo. Adaptarse es una de las mejores cualidades que he aprendido trabajando en Alemania. Eso no quiere decir que no seas tú mismo, el sistema esta ahí, y te tienes que adaptar. La diversidad cultural es eso, trabajar todos juntos, pero llegar a una forma de trabajo en la que todos nos entendamos. Los alemanes son muy de negocios, si les interesa bien, si no nada. Y esto hay que aprenderlo, porque va bien para cualquier otro país. Y hay que aprender a decir que no muy rápido, porque los alemanes en el trabajo te cogen el brazo si les das la mano. Y no están por darte valor, te lo tienes que dar tú misma y gritarlo cada vez que te pregunten el nombre. Y eso, en España es diferente. Así que es un buen aprendizaje para otros países. Ahora en Holanda, es como en España que te tienen que dar valor, no dártelo tú en cada apretada de manos. Pero eso forma parte de la adaptación, cuantos más países, más aprendizajes, más rápida es la adaptación. Es parte de la belleza de trabajar fuera de España.
Desde que te licenciaste en España has vivido en Francia, Alemania y ahora Holanda. Cada vez es más común que una persona estudie, trabaje y se jubile en diferentes países. ¿Cómo crees que se puede mejorar la experiencia de esa movilidad a nivel profesional y social en Europa?
A nivel europeo sería interesante tener una jubilación y un empleo común, porque si cotizas en diferentes países, luego la jubilación la tienes repartida en los diferentes países. Se podría acumular a nivel europeo y a la vez facilitar la administración. Lo mismo a nivel de impuestos, porque si cambias de país a mitad del año, se tienen que hacer ambas declaraciones de la renta, en ambos países.
A nivel profesional sería interesante que las empresas pudieran hacer negocio en cualquier país y que no se tuviera que declarar el IVA o los impuestos en cada país. O que hubiera facilidad de crear oficinas en diferentes países sin tener que hacer doble declaración de impuestos o doble gasto. Sería interesante buscar un modelo que ayudara la colaboración empresarial entre países miembros de la Unión Europea, que todavía no es así.
Como española que emprende en otro país me da la impresión de que no se es española para España y no se es neerlandesa para los Países Bajos. Así que siendo emigrante es complicado aplicar a ayudas en el país de origen o en el país de acogida. Lo de ser ciudadano europeo parece ser solo una frase y no mucho en términos prácticos. Uno está en el limbo, ni en un país ni en el otro.
¿Cómo te ha cambiado como persona vivir en el extranjero? Si volvieras atrás, ¿te marcharías otra vez?
Sí que me ha cambiado y sí que me marcharía otra vez. Es una evolución personal increíble, es un camino de crecimiento y conocimiento personal y profesional espectaculares. Se crece de una manera diferente estando dentro de tu cultura, de tu país, de tu lengua y de tus costumbres. Al estar en otro país, con otra lengua y otras costumbres se tiene la oportunidad de evolucionar con otros valores y te facilita conocerte mejor y con 360 grados de perspectiva de ti mismo. También aprendes a tener diferentes perspectivas, a tener una mayor comprensión del mundo y de las otras personas y a tener la mente más abierta. Lo más importante de vivir fuera de tu país es que tienes la oportunidad de conocerte mejor a ti mismo.
¿Tienes relación con otros profesionales españoles en Alemania? ¿Cómo valoras el networking de los profesionales españoles en Alemania? ¿Qué beneficios crees que puede traer fomentar la conexión y la participación entre ellos?
Conservo amigos en Alemania y también conexiones profesionales con españoles pero también con alemanes en Alemania. La idea de fomentar la conexión y la participación es necesaria. Una red de networking entre profesionales españoles que tengan Alemania como nexo en común beneficiaría la creación de empleo, y los partenariados y colaboraciones entre las empresas donde trabajan los españoles en Alemania y en empresas alemanas o en empresas españolas que trabajen o quieran trabajar y colaborar con Alemania, incluyendo exportaciones y servicios. Esta parte se tiene que potenciar, porque en estos momentos no existe y se está perdiendo la creación de nuevos negocios y de oportunidades.
Aparte sería interesante abrir una puerta a la transferencia de conocimiento y de tecnología por parte de las universidades, centros de investigación, institutos de innovación, empresas y startups dentro y fuera del país. Knowco Collabwith es un claro ejemplo de crear una comunidad del conocimiento y de la tecnología en formato digital para facilitar este intercambio de oportunidades y establecer conexiones para la colaboración.
¿Tienes alguna frase de ánimos o alguna recomendación para los que acaban de llegar?
Hay que hacer el esfuerzo de aprender la lengua, eso que se gana para el presente y la integración, pero también para el futuro. Apuntarse a actividades de networking Stammtisch, clubs de deporte o asociaciones de hobbies para empezar a tener una vida social y tener contacto con personas del país y de la ciudad. Y pensar que el “viaje” que se emprende de cambiar de país, es un camino para conocerse a uno mismo, así que hay que aprovecharlo también en ese sentido.
¡Muchas gracias por tu tiempo!
Esta entrevista forma parte de una serie de entrevistas a profesionales españoles en Alemania. Si quieres ser entrevistado o conoces a algún otro español que crees pueda aportar a esta sección, no dudes en escribirnos a alemania@mites.gob.es.