El periodo de prueba (Probezeit) se pacta por escrito en cada contrato y sirve para comprobar que las expectativas sobre el puesto y las aptitudes se adaptan para ambas partes. Si no consta expresamente en el contrato, es que no existe periodo de prueba.
Con respecto a su duración, legalmente se establece un máximo de seis meses para contratos indefinidos, si bien se puede pactar un periodo inferior.
Durante el periodo de prueba se aplica sin restricciones la normativa en materia de derecho laboral, los convenios colectivos y los acuerdos empresariales. Las partes pueden rescindir la relación laboral sin aducir causa específica. Cuando el periodo de prueba no supera los seis meses, el plazo de preaviso es de dos semanas. En el contrato de trabajo puede acordarse un plazo superior. Los convenios colectivos pueden dictar plazos inferiores a las dos semanas.
Es importante diferenciar el periodo de prueba del denominado “Probetag” (día de prueba). El periodo de prueba tiene un régimen similar al previsto en España, se trata de una relación laboral con plenos derechos y deberes para las partes, con la particularidad de que cualquiera de ellas puede rescindirla sin derecho a indemnización. El Probetag, en cambio, es una figura inexistente en España en la que un trabajador se encuentra a prueba en sentido estricto, por un periodo entre uno y cinco días, sin estar dado de alta ni tener derecho a remuneración.